viernes, 7 de noviembre de 2014

Gastón Acurio (Lima, 1967)


Si tengo que comparar una profesión con el ejercicio de la arquitectura, yo diría que la gastronomía podría ser la más parecida. Gusto por eso de leer y de escuchar las opiniones de los grandes cocineros del mundo. Gastón Acurio es quizá el cocinero más importante de Perú y uno de los responsables intelectuales del lugar que esa cocina tiene hoy en el mundo. Una cosa me encanta de él: si escribes su nombre en Google es casi imposible encontrar una fotografía suya en la que no aparezca aparentemente feliz y sonriente. Eso me gusta. Por eso le creo cuando dice lo siguiente:

El poeta triste, escribe poemas y te hace llorar. El pintor triste pinta cuadros y te logra emocionar. El musico triste compone canciones y te hace cantar. Al cocinero triste, le está prohibido cocinar. 

Por supuesto, al arquitecto triste -qué pesadez- también debería prohibírsele construir. ¿No les parece? 

Y para terminar esta entrada una linda frase de un cocinero feliz: La cocina me ha dado el sentido de vivir. 

Ya lo he dicho en otras entradas de este blog: "vocación y destino", mágico dueto al alcance de algunos afortunados. 

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