viernes, 21 de junio de 2013

100 días del Papa Franciso





Aunque no tengo especial interés en el día a día de la cúpula católica, sé que es importante para gente que es o que fue importante para mí. Por eso mi alegría con respecto a la elección del papa Francisco, quien por cierto hoy cumple 100 días al frente de la Iglesia. Hasta sus enemigos deben reconocer que en estos 3 meses, el Papa hizo un cambio radical en la imagen del pontificado. Además, frente a la distancia y frialdad de su antecesor, el actual ha demostrado una gran capacidad de comunicación y complicidad con sus fieles. Me gusta su propuesta de una Iglesia pobre y razonable. El Papa ya no es un tipo extraño (tampoco lo fue, es verdad, Juan Pablo II), ya no parece un rey absoluto ni un emperador, ya no usa zapatos artesanales de color púrpura. La cruz del nuevo Papa no es de oro, sino de hierro. Otra señal: se ha negado a vivir en las habitaciones del palacio papal:

Yo no puedo vivir solo y aislado, por motivaciones psiquiátricas.

O también:

Si una persona se fija como objetivo ser Papa, significa que no está sano de mente.

De hecho, nunca se ha presentado como Pontífice, sino como Obispo de Roma, uno más de sus pares, aunque eso sí: de la diócesis más importante del mundo. Por eso ha nombrado un consejo con ocho cardenales que lo asesoran y que se reunirán por primera vez en octubre.

100 días para la esperanza. Ojalá.

Por cierto, me encanta que sea sudamericano, me encanta que sea argentino, pero sobre todo, me encanta que lejos del Opus Dei, sea un Papa jesuita.

Luis Cercós
Santiago, Chile