lunes, 5 de diciembre de 2011

simpleMENte CANSAdo y con FRÍO



En determinados procedimientos administrativos se conoce con el nombre de “mejora” al aumento voluntario de precio que cada licitador puede ofrecer en las ventas, subastas, concursos o arriendos. También un plus en una oferta o un servicio. “Peora”, aun no estando reconocida exactamente esta acepción en nuestro diccionario, significaría lo contrario: introducir un perjuicio, un deterioro o una merma.


A veces empezar a leer el periódico y sentir bochorno o malestar es inmediato. Lees algo y te gustaría ser el periodista que escuchó determinadas maldades de determinados impresentables para poder contrarreplicar, pero te tienes que conformar con ir al excusado y ponerte a vomitar.


Escribo esto a propósito de un asunto aparentemente menor que ha derivado en escándalo nacional uruguayo por boca de políticos opositores al actual presidente de la república. La historia es la siguiente: José Mujica era uno de los jefes de Estado y/o de Gobierno que el pasado fin de semana se encontraba asistiendo a las reuniones de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Por estas latitudes (escribo esto desde Buenos Aires) es casi verano (primavera húmeda y calurosa) y los aires acondicionados están muy altos. El presidente uruguayo sintió frio y comentó el hecho en voz alta. Al momento un oficial del ejercito venezolano (sí, es verdad, del hoy llamado Ejército Bolivariano, pero también anfitrión de la cumbre) se quitó su tres cuartos reglamentario de color verde (sí, parecido color del uniforme cubano o el mismo tabardo que viste habitualmente Hugo Chávez) y se lo pasó al anciano uruguayo (76 años).


Un tal Luis Alberto Lacalle dijo que Mujica, al aparecer en público luciendo el uniforme de una nación extranjera “no se ha dado cuenta del agravio que infiere a las FF.AA. uruguayas” y otro del mismo nombre (quizá padre o hijo del primero, que ni lo sé ni me importa, dado el nivel intelectual del susodicho), Luis Alberto Lacalle Pou, se descuelga para subir la tensión entre sus correligionarios con “un presidente no debe adorar (sí, habéis leído bien, ADORAR) banderas ajenas”, en tanto que un senador colorado, Pedro Bordaberry, no se puso de tal color al vocear “¿el presidente de todos los uruguayos usando el uniforme de Venezuela, hay que callarse? Es una vergüenza”.


Y digo yo, en palabras de un viejo arquitecto que fue querido y admirado por mí, Ignacio Garate Rojas: ¿por qué los políticos, o al menos los malos políticos, se empeñan permanente en introducir crispación, mezquindades y peoras?


Luis Cercós (LC-Architects)
Madrid – Buenos Aires

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