domingo, 5 de septiembre de 2010

Teatro Gran Rex, Buenos Aires, 1937

El teatro Gran Rex, terminado en 1937, después de tan solo siete meses de obras, es un mítico edificio racionalista bonaerense, obra del arquitecto Alberto Prebisch, el mismo que creó el Obelisco de Buenos Aires, y del ingeniero civil Adolfo T. Moret.

Revisando una de esas secciones de efemérides que se suelen publicar en los diarios o emitir en los telenoticias, tomé conciencia que en agosto de 2010, hace unos días tan solo, se cumplieron 40 años de la composición de la canción Mediterráneo. Aunque Joan Manuel Serrat no hubiera escrito ninguna canción con posterioridad a esta o ninguna otra antes, ya merecería un lugar destacado en cualquier antológica.

La canción, según palabras del autor, fue compuesta, al igual que todas las de aquel disco, entre agosto y noviembre de 1970, en una habitación del hoy desaparecido Hotel Batlle de Calella de Palafrugell, en la Costa Brava catalana.

Hijo de un anarquista afiliado a CNT y de una superviviente de la batalla de Belchite, Juanito, como él mismo se llama cuando recuerda su niñez, nació en 1943 en el humilde barrio obrero barcelonés del Poble-sec. A los 12 años, el muchacho se matricula como alumno interno en la Universidad Laboral Francisco Franco de Tarragona, donde acabará el Bachiller Laboral Superior con la especialidad Industrial Minera en la modalidad de tornero fresador y en 1965 se gradúa como Ingeniero Agrónomo. No debía de estar seguro de poder ganarse la vida con esto de la música.

Escuché por última vez en directo a Joan Manuel Serrat en la víspera del nacimiento de la menor de mis hijas. Él cantaba en el Gran Rex, sobre la vereda norte de la Avenida Corrientes de Buenos Aires, una ciudad que siempre le ha acogido como a uno de los suyos. Y Serrat se siente bien allí. Como en casa. No es casualidad que el Poble-sec de su infancia (hoy más conocido como El Raval) tenga tantos puntos en común con la capital argentina. Un lugar que parecía recién salido de las letras de un tango: emigrantes que llegaron en oleadas desde el final de la guerra civil, ambiente portuario, obreros, estibadores, prostíbulos, cabarets, teatros y cafés-concierto.

Y allí, a orillas del Río de la Plata, más de 3000 gargantas cantaron/cantamos con él, los versos que escribió con tan solo 26 años (http://www.youtube.com/watch?v=TL2Dd_l4z3Q):

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,l
levo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.

Yo,
que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.

A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...

¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?


Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/
luiscercos@hotmail.es

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