lunes, 3 de mayo de 2010

Globalización o demagogia



Si la arquitectura y el urbanismo inciden de manera directa y decisiva en la calidad de vida de las personas podríamos aceptar que la arquitectura es o pudiera ser metáfora de la actualidad y como tal, hablando de arquitectura podríamos hablar del mundo que estamos diseñando, construyendo, reparando o destruyendo, para nuestros hijos.

Hablar de globalización es hablar, resulta evidente, de la vida en las ciudades y de la interconexión y relaciones de semejanza que hay entre ellas. Esto es verdad, pero también lo es el hecho de que la globalización sólo afecta a los ciudadanos ricos o al menos, a los que tienen lo suficiente como para preocuparse de estar conectados, o al menos ligeramente informados.

Estos días anda de paso por Madrid el exministro brasileño de Educación y actual senador, Cristovam Buarque (Recife, 1944), antiguo profesor. Dice cosas interesantes. Algunas muy interesantes:

- La globalización ha causado una brecha entre ricos y pobres y no hay país que mejor ejemplifique los problemas actuales que el mío: Brasil es el retrato de la globalización. Sólo unos metros separan a los millonarios de los más pobres, pero no existe convivencia. Es verdad que hay (que existe) un mundo globalizado, pero este sólo pertenece a la clase alta. Los ricos de todo el mundo vuelan en los mismos aviones, leen los mismos libros, visten la misma ropa y hasta llevan la misma corbata.

Mientras tanto, unos estudian, tienen oportunidades y otros, los más desfavorecidos, juegan día y noche a la pelota en las playas de Río. Porque como nos recuerda el exministro:

- No se trata de que todos tengan que aspirar a tener el mismo coche, sino a las mismas oportunidades: la educación. ¿Cómo se explica que Brasil tenga 5 copas del Mundo de Futbol y ningún premio Nobel?

Lo dicho, globalización y/o demagogia.


Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/

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