sábado, 28 de noviembre de 2009

UNA CASA PARA LOS PADRES DEL ARQUITECTO



Recurrentemente los estudiantes de arquitectura se enfrentan, en los diferentes niveles de la asignatura de Proyectos, ante un difícil ejercicio: diseñar una pequeña vivienda.

Gerardo Ayala, profesor que tuve en “Introducción al Proyecto” y “Proyectos I y II”, cuando todavía eramos vírgenes en esto de la arquitectura, nos explicaba con una sonrisa el motivo de comenzar el curso siempre con una propuesta similar:

“Proyectar una casa es más complejo que enfrentarse a un edificio enorme con un programa complicado y extenso. El diseño de una casa, un pequeño refugio, sirve para medir el verdadero talento de un arquitecto”.

Quizá no fueran esas palabras las que exactamente pronunció, pero no dudéis que el concepto que quería transmitir era precisamente ese.

En 1982, Gerardo Ayala (http://www.arquitectosayala.com/) diseñó en Villafranca del Castillo (Madrid, España) una casa para sus padres:

“Una vivienda para una pareja que se retiraba del trabajo y de su tierra natal para vivir cerca de sus hijos. No necesitaban nada, sólo vivir con tranquilidad. No muchos metros, pocas cosas que limpiar, calor, luz y verde. Nada muy complejo para estas personas que pretenden trasladar los recuerdos de su infancia a la que será su última vivienda: el patio, el porche al sur y la chimenea. Al fondo de la parcela, frente al jardín, se abre la fachada principal, ignorando la calle. A esta edad no hay ninguna apariencia que presentar. Todo está supeditado a la intimidad y al cariño, incluso la arquitectura”.

Iba a seguir hablando de casas, pero después de una clase como ésta, lo mejor es dejar los discursos para otro día.

En cualquier caso, seguiremos hablando de estas cosas. Os lo prometo.

Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/

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